ORIENTACIÓN DE PROCESOS FORMATIVOS
miércoles, 27 de noviembre de 2013
TIC
Uso de las tic en los ambientes de formación como técnica didáctica. y método de enseñanza y aprendizaje.
PROCESO DE ENSEÑANZA Y EVALUACION
ENSAYO
1.
INTRODUCCIÓN
En el presente
ensayo se plantean los principales puntos de discusión que existen en materias
de evaluación desde la perspectiva tradicional y las nuevas prácticas diseñadas
y propuestas en la actualidad para la evaluación del aprendizaje. Además, se
analizan algunos conceptos que deben ser considerados en el proceso integral de
la evaluación, los cuales son fundamentales a la hora de tomar decisiones sobre
los resultados del mismo. Para el desarrollo del ensayo se toma como punto de
partida las siguientes preguntas detonantes:
¿Hay elementos
rescatables en la evaluación “tradicional”, así como hay elementos
cuestionables de las nuevas prácticas de evaluación?, ¿Qué es lo que constituye
una evaluación justa?, y ¿qué tanto la actitud que asumimos en la evaluación
nos hacen más complacientes y menos exigentes hacia nuestros alumnos?
2. LA
EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE: ENTRE LO NUEVO Y LO VIEJO
Históricamente
la concepción de la evaluación del aprendizaje ha marchado al ritmo de los
cambios de la sociedad. Por muchos años hemos estudiado en un sistema escolar
que mide los conocimientos promoviendo al que logra los objetivos según los
criterios de evaluación y penaliza a aquel o aquella que no lo logra. Pero, la
obtención sistemática de información o evidencias sobre el objeto de evaluación
y la elaboración y formulación de un juicio fundamentado sobre dicho objeto,
constituyen procesos básicos, centrales de la evaluación, pero no agotan el
acto evaluativo y por tanto no son suficientes para el análisis del mismo
Tradicionalmente, la función de la evaluación ha sido la de comprobar los
resultados del aprendizaje. La distinción de más impacto en la historia de la
evaluación se debe a Scriven cuando, en 1967, propuso diferenciar las funciones
formativas y sumativas. La función formativa, la consideró, como una parte
integrante del proceso de desarrollo (de un programa, de un objeto). La función
sumativa "calcula" el valor del resultado y puede servir para
investigar todos los efectos de éstos, examinarlos y compararlos con las
necesidades que los sustentan.
Cuando
hablamos del concepto de evaluación, inmediatamente lo asociamos a la tarea de
realizar mediciones sobre la importancia de las características de un objeto,
hecho o situación particular. Desde esta perspectiva, se ha concebido que la
evaluación del aprendizaje se realice a través del instrumento universal por
excelencia: el examen. Pocos docentes conciben que puedan existir otras vías
para conocer el estado en que el estudiante se encuentra en cuanto a
conocimientos, habilidades y actitudes.
Según Santos Guerra (2007), medir los
conocimientos adquiridos es la dimensión más simple de la evaluación de los
alumnos. Sin embargo, ese proceso está sembrado de interrogantes con difícil
solución.
Lo que se ha
seleccionado como conocimiento relevante y significativo, ¿lo es realmente para
los alumnos?
Lo que el profesor explica, ¿es lo realmente
nuclear y significativo de esos conocimientos estructurados y seleccionados
como indispensables o mínimos?
Lo que pregunta el profesor en el examen ¿es lo
más representativo de lo que se ha explicado, de lo que debería saberse?
Lo que pregunta el profesor, ¿es captado en su
verdadero significado por el alumno que tiene que responder desde su peculiar
cultura?
Lo que contesta el alumno, ¿es realmente lo
que sabe de las cuestiones que se demandan?, ¿expresa todo lo que sabe con
claridad, orden y precisión?
Lo que entiende el profesor de lo que el
alumno ha escrito, ¿es realmente lo que ha dicho, lo que ha querido expresar
con sus palabras?
Lo que ha captado el profesor, ¿merece esa
calificación en relación a lo que el alumno sabe, a lo que se ha esforzado, a
lo que debe saber, a lo que saben los otros?
Pero independientemente de las respuestas a
estos interrogantes, no podemos olvidar que, la evaluación más que una
actividad técnica es un proceso ético. La evaluación perjudica a unos y
beneficia a otros. Cuando se presente como un modo de hacer justicia y de
tratar a todos por igual desde unas exigencias uniformes, no se tiene en cuenta
que unos parten de situaciones empobrecidas y otros de condiciones
privilegiadas.
Entonces, ¿puede el examen o cualquier otra
prueba como se concibe actualmente, brindar elementos para emitir un juicio
valorativo acerca de las capacidades y personalidad del estudiante vistas de
forma integral?, considero que no, por el contrario, éste debería llegar hasta
las diferencias individuales de los sujetos de la actividad y proporcionar a
los profesores y a los propios estudiantes la información que permita,
respetando las diferencias, orientar el proceso hacia el logro de los objetivos
comunes, socialmente determinados. Porque el principal propósito de la
evaluación en el currículo explícito deben ser los conocimientos
significativos. Se trata de evaluar para aprender, no de aprender para ser
calificado, ni de enseñar para medir, ni de estudiar para ser examinado, pues
las pruebas confirman resultados; con los exámenes no se hacen los buenos
estudiantes, éstos deben demostrar que comprendan los contenidos valiosos que
constituyen las base de su aprendizaje e integrarlos a su propio saber y a
partir de ellos resolver problemas que le plantee la sociedad a través de la
cotidianidad en la que ven inmersos.
3. LA EVALUACIÓN INTEGRAL DEL APRENDIZAJE Y LA
TOMA DE DECISIONES
Sin lugar a dudas, la evaluación educativa
adquiere mayor valor cuando se ve en función de la toma de decisiones para
mejorar algún aspecto de la educación. Cuando el maestro conoce la variedad de
elementos que pueden ser evaluados dentro del ámbito educativo y toma
conciencia de las grandes ventajas que la evaluación integral puede producir,
entonces ve a ésta como una aliada.
Pero, en la práctica la cuestión no es tan
sencilla, porque existen problemas a la hora de sistematizar y dar a conocer,
de manera clara y precisa, los resultados de la evaluación; sobre este tópico
Tembrink (2003) sugiere, para que un informe de los resultados de la evaluación
sea significativo, lo siguiente: a) determinar el objetivo del informe; b)
enunciar las decisiones más importantes que se han tomado; c) enunciar los
juicios que influyeron en esas decisiones; y d) resumir la información empleada
para formular cada juicio.
Sin embargo, Tembrink (2003) señala, que hay
muchos tipos de informe que los administrativos de la educación pueden pedir al
profesor. Los más comunes incluyen calificaciones, cartas, informes
diagnósticos, conferencias o entrevistas y llamadas telefónicas. Si tenemos
idea de los tipos de juicios y decisiones que se harán y tomarán, eso nos
ayudará a decidir lo que debería ser informado y dado a conocer.
Pero sea cual fuere el procedimiento empleado
por el profesor para presentar los resultados de la evaluación del aprendizaje,
es conveniente señalar que una de las características para que la evaluación
educativa sea un instrumento confiable y válido, es decir, parafraseando a
Cohen, R. J. y Swerdlik , M. E. (2001), la confiabilidad se refiere a la
estabilidad del instrumento a través del tiempo y de las muestras; mientras
que, una medición es “válida” si mide lo que en realidad trata de medir. Sin
lugar a dudas, una evaluación integral que esté desarrollada bajo estos
criterios coadyuvará para que ésta sea justa y equitativa.
Por eso, el maestro que ve la evaluación como
una herramienta para conocer lo que está sucediendo en su quehacer educativo
incluyendo su propia actuación y aprovecha los resultados de esta evaluación
para corregir o reforzar los conocimientos, habilidades y hábitos que los
alumnos aún no han asimilado o dominado, tiene mayor probabilidad de estar
actuando objetivamente en este proceso tan complejo.
CONCLUSIONES
A partir de los aspectos analizados en el
presente ensayo, puedo concluir que, el profesor que realiza un análisis y
reflexión permanente sobre la evaluación y la comprende como un proceso
integral, generalmente tiene éxito en su labor docente, ya que durante todo el
proceso de enseñanza - aprendizaje está realizando un juicio de los procesos y
los resultados de cada uno de ellos y lleva a cabo las acciones pertinentes
para lograr un mejor quehacer en su práctica educativa.
Sin embargo,
los problemas de la evaluación no se van a solucionar tan sólo porque los
profesores conozcan los instrumentos evaluativos del último grito de la moda y
sepan aplicarlos, sino que deberán ir decantándolos a luz de referentes
teóricos- conceptuales que permitan analizar con mayor claridad el significado
y el sentido de la evaluación en el aula y fuera de ella; porque, sin lugar a
dudas, la evaluación del aprendizaje implica, desde lo nuevo, dialogar y
reflexionar sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque es una parte
integral de dicho proceso, pero rescatando e integrando al mismo, las técnicas
tradicionales de evaluación que así lo permitan.
Finamente, creo que la evaluación, sobretodo
en el contexto universitario, debe involucrar a todas las partes interesadas (directivos,
docentes, estudiantes, padres de familia y sector empresarial) en su
fundamentación, objetivos y diseño para establecer las respectivas
responsabilidades y compromisos en los procesos de enseñanza - aprendizaje. Por
tanto, debe efectuarse de manera permanente y debe corresponder a las
metodologías de enseñanza y al contexto educativo en el que se plantea, de modo
que se puedan identificar oportunamente progresos, falencias, dificultades,
necesidades y a partir de esto establecer estrategias que conduzcan al logro de
los objetivos propuestos. De ahí que, deberá contemplar la auto-evaluación, la
co-evaluación y la heteroevaluación para llevar a cabo un "examen"
fidedigno, objetivo y ético de las situaciones educativas en las que está involucrado
en estudiante. Desde esta perspectiva, creo que la evaluación se puede llegar a
convertir en una actividad interesante, productiva e incluso deseada por todos
los que participan en ella.
LA LEY DE LA EDUCACION
La educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana de su dignidad de sus derechos y deberes.
TIPOS DE APRENDIZAJE
Los seres humanos perciben y aprenden las cosas de formas distintas y a través de canales diferentes, esto implica distintos sistemas de representación o de recibir información mediante canales sensoriales diferentes. Además de los distintos canales de comunicación que existen, también hay diferentes tipos de alumnos. Se han realizado estudios sobre los distintos tipos de aprendizaje los cuales han determinado qué parte de la capacidad de aprendizaje se hereda y cuál se desarrolla. Estos estudios han demostrado que las creencias tradicionales sobre los entornos de aprendizaje más favorables son erróneas. Estas creencias sostienen afirmaciones como: que los estudiantes aprenden mejor en un entorno tranquilo, que una buena iluminación es importante para el aprendizaje, que la mejor hora para estudiar es por la mañana y que comer dificulta el aprendizaje. Según la información de la que disponemos actualmente no existe un entorno de aprendizaje universal ni un método apropiado para todo el mundo.
Método de proyectos como técnica didáctica.
La contribución del método de proyectos a la formación profesional como técnica didáctica no solo acerca al aprendiz a la empresa y a la actividad laboral sino que también le puede capacitar para la actualización constante del conocimiento.
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